Sentada en una cómoda silla frente al monitor de una computadora HP, donde palabras aparecen al ritmo en que mis dedos tocan las diferentes letras en el teclado, escucho voces aquí y haya, el ruido de otros teclados siguiendo las ordenes de quien escribe, percibo el movimiento de una silla al separarse de su escritorio, quedando abandonada por quien la ocupaba, hojas enteras volviéndose bolitas de papel que terminan en un cesto de basura después de haber sido lanzadas por su dueño, quien momentos antes la usaba para escribir y con un gesto de inconformidad decide deshacerse de ella.
Hago una pausa para suspirar y continuo moviendo los dedos esperando que las palabras sigan apareciendo en el monitor, la voz de una mujer se escucha a través de una pared de tabla-roca, discutiendo sobre una idea que no ha quedado conclusa aún, el claxon de un carro se escucha a lo lejos, una mujer a mi lado, tose, creo que va a enfermar, lo cuál sería peligroso dentro de un lugar encerrado, con mas de 30 personas respirando el mismo aire, una persona se acerca a espaldas mías, el teléfono la interrumpe y se retira para contestar, después de hablar y decir "no se encuentra, gusta dejarle recado", vuelve a su lugar de origen olvidando la actividad pendiente de realizar a espaldas mías, donde probablemente esperaba un documento salir de la impresora, seguro volverá.
El reloj marca las 12 con 43 y después de haber sido interrumpida por la mujer que tosía minutos antes sigo esperando. La misma voz femenina a través de la pared de tabla-roca pregunta al aire "¿cámara lleva acento?", los teclados en movimiento se siguen escuchando, veo el reloj de nuevo y aún faltan 15 minutos, vuelvo a ser interrumpida por la mujer que creo que va a enfermar, me pide que revise un documento corregido anteriormente en la sección de "pasarela" de la revista de sociales de la empresa para la que trabajo, continuo con mi día laboral, en mejor lugar no podría estar. "como pez en el agua..." así me siento.
